Instalar bibliotecas escolares para alumnos vulnerables dentro de las universidades fue la idea inicial del programa Biblioteca Escolar Futuro, que Francisca dirige y fundó junto al rector de la UC, Ignacio Sánchez. Partieron con la primera en la biblioteca del Campus Oriente, y hoy ya tienen 11 a lo largo del país, entre las que se incluyen dos en cárceles de menores y una en una de mujeres. “Habilitamos espacios para que los niños se interesen en la lectura, y también para suplir la necesidad que tienen las familias de comprar libros que muchas veces son obligatorios”. Además, hacen diversas actividades en vacaciones de invierno, donde se incluyen talleres de ilustración, poesía y teatro. “Desde chicos ven la universidad como algo amigable, conocido y que los universitarios son personas igual que ellos, ven la educación superior como algo cercano”, dice Francisca.