Desde abril pasado hay una nueva solista en el Ballet de Santiago: es Romina Contreras, quien además es la más joven de las solistas. Su primer rol como protagonista fue en El lago de los cisnes, interpretando al cisne negro. Pero su talento ya había sido reconocido, pues el a?o pasado viajó a una competencia internacional de ballet en Jackson, Misisipi, donde obtuvo el premio Encouragement Award. El interés por la danza partió a los 7 a?os, primero hizo gimnasia rítmica, luego flamenco, danza árabe, hasta que finalmente descubrió el taller de ballet de su colegio, y desde allí saltó al Municipal. Junto al Ballet de Santiago, Romina ha tenido cinco papeles protagónicos en El joven y la muerte, Cuarteto, El lago de los cisnes, Rosalinda y Manon.