Fue en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de este año que logró imponerse dentro de los 16 mejores del mundo en su especialidad: tiro con arco, un deporte que comenzó a practicar en el patio trasero de la casa de sus padres en Arica. Ricardo fue el más joven de los seleccionados nacionales que viajaron a Río, y se convirtió en la gran sorpresa chilena de los Juegos: tuvo uno de los mejores desempeños entre nuestros deportistas. Alcanzó los octavos de final, donde fue eliminado por un polémico desempate contra el holandés Sjef van den Berg, número cinco del mundo. “Estoy muy contento, todas las metas y objetivos de este año se cumplieron y mucho más. El próximo año tengo que terminar cuarto medio, tengo un mundial en México, donde quiero rendir lo mejor posible. Espero poder llegar a Tokio 2020”, dice.