Lleva 10 años trabajando con algo que nunca ha visto en vivo y en directo: el gato andino, uno de los felinos menos conocidos y más amenazados
del mundo, y es coordinador del área de investigación de la ONG multinacional que busca salvarlo. Escuchó hablar de la especie mientras estudiaba Ingeniería en Recursos Naturales Renovables en la Universidad de Chile: “Me llamó la atención lo raro que era, que fuese tan esquivo y estuviera tan amenazado”, dice. En 2007, se hizo miembro de la Alianza Gato Andino y, como coordinador de investigación, ha desarrollado proyectos de conservación, educación y difusión de la especie, que está en peligro de extinción: se estima que hay menos de 1.400. Con cámaras fotográficas remotas y el análisis de heces, cada vez saben más de su distribución. “Es tan poco lo que se conoce, que día a día sacas información nueva”. Nicolás se ha embarcado en otros proyectos del mismo tipo, ha sido asesor del equipo de Wild Chile, y finaliza un magíster en Áreas Silvestres y Conservación de la Naturaleza en la Universidad de Chile.