Javier Donoso
Empresario
Elegido en el año 2003
Haciendo su tesis encontró a su primer cliente: un taiwanés que le ofreció comprar un millón de dólares en mariscos. Bien pudo decirle que no, porque no tenía fábrica ni proveedores. Pero Javier Donoso siempre quiso ser empresario. No sólo cumplió con la orden de embarque del taiwanés, sino que con un compañero reunió ocho millones de pesos y montó una planta artesanal en Coronel, a la que llamó Geomar. Hoy, esa fábrica es la cuarta exportadora de mariscos del país. No de cualquier tipo. De lo que en Asia consideran delicatessen: caracoles, navajas, navajuelas, lapas y culengues. A 10 años de su fundación, Donoso logró conquistar el interés de una familia consolidada en los negocios: los tres hermanos Solari hijos de uno de los dueños de Falabella, quienes le compraron el 40 por ciento en julio pasado. Pero él, que es ingeniero civil de la Universidad Católica, mantiene la administración porque es quien mejor conoce los mariscos chilenos y a sus compradores asiáticos.