En septiembre del año pasado recibió una invitación para pintar un mural, sin saber que pronto se convertiría en uno de los más reconocidos de su carrera. El estadio del equipo de fútbol americano Miami Dolphins convocó a 12 muralistas del mundo para pintar sus paredes. Francisco fue el único latinoamericano, y también el más destacado, al aparecer con su obra en The New York Times. Además, ha pintado murales en Nueva York, Atlanta, Las Vegas, Santiago, Haití, entre otros. Uno de los más famosos está en Manhattan, afuera del departamento donde David Bowie vivió por 20 años. Tras estudiar unos años Arquitectura en la Universidad de Chile, dejó la carrera para armarse un camino en el muralismo en Nueva York. Hoy está de vuelta en Chile trabajando en su nuevo proyecto: pintar tres mil metros cuadrados de la calle Bandera para transformarla en peatonal. “El arte empieza a ser funcional para el transeúnte, ya que del mural nace una volumetría con mesas, sillas, maceteros, bicicleteros y con tres instalaciones artísticas”, dice.