Una invitación a participar como voluntario en la fundación Desafío Levantemos Chile, recibida mientras era presidente del centro de alumnos del Colegio Santa Cruz de Victoria, fue lo que involucró en el mundo social a este militante de la UDI e integrante de la Convención Constitucional, el más joven de su sector en ese órgano político.
Mientras estudiaba Derecho en la Universidad Católica, fue dirigente gremialista de su facultad, candidato a la presidencia de la federación de estudiantes e impulsor del extinto movimiento político Movilidad Popular, enfocado en las poblaciones del sector sur de Santiago. En 2020, mientras estudiaba para el examen de grado en su Araucanía natal, decidió postular a la Convención por el distrito 22, como una manera de “construir paz social”.
Su juventud, asegura, implica la responsabilidad de “reivindicar la labor del político” y de representar una derecha que defiende ideas en lugar de los intereses del empresariado. Aspira a instalar un relato, que resume, con “más Word y menos Excel”.