En 2020 fue el ganador del Premio Internacional Joan Guinjoan para Jóvenes Compositores, otorgado por la Escuela Superior de Música de Cataluña, en el que se presentaron 63 obras de 27 países. Esto lo posicionó como promesa nacional de la composición musical. La obra que presentó se llama Insectarium, y para componerla acudió a los bancos de sonidos de insectos de varios museos naturales del mundo, los que transformó en notas y ritmos para partituras. En septiembre, la estrenó en Barcelona. Hoy Camilo estudia un magíster en composición en el Conservatorio Nacional Superior de Lyon. Su trabajo ya había sido reconocido con otras de sus piezas para duetos u orquestas, cuando obtuvo el segundo premio del Concurso de composición musical Luis Advis, entregado por el Ministerio de Cultura, en 2018. También ganó el Premio Internacional Frederic Mompou y el Concurso de Composición de la Orquesta Barroca Nuevo Mundo.