Aulio Castillo
Médico
Elegido en el año 2015
Desde que Aulio entró a estudiar medicina siempre dijo que quería ser un “médico sin frontera”. Y, desde septiembre del a?o pasado, empezó a cumplir su sue?o cuando –después de un curso introductorio– lo enviaron a su primera misión a Malakal, una ciudad en Sudán del Sur. Allí estuvo tres meses a cargo de clínicas móviles que atendían a los refugiados de la guerra civil. Al regresar a Concepción, donde vive, Aulio retomó su trabajo como médico en un consultorio público por algunos meses, hasta que lo volvieron a llamar para contarle que su próximo destino sería Mariupol, una ciudad en Ucrania ubicada cerca de una zona de conflicto entre soldados del ejército ucraniano y separatistas. “Cuando llegué, las clínicas móviles no existían. Por eso, tuve que organizarlas, reclutar a la gente, entrenarla. Una vez que me fui de Mariupol, ya contábamos con dos equipos de un médico, una enfermera y un administrativo, que atendían entre 400 y 500 pacientes mensuales”, cuenta.