Él es un innovador. Jiménez le declaró la guerra a los insectos que asolan la agricultura en forma de plaga. ?Y cómo lo ha hecho? Organizando un ejército de insectos "buenos" que él mismo reproduce en su laboratorio. "La empresa que tengo es bastante nueva, no tiene más de dos a?os, y está enfocada a desarrollar controladores biológicos para las diferentes plagas", cuenta. Jiménez cría abejorros que polinizan los árboles frutales; avispas que parasitan los huevos de las polillas; y otras especies que se encargan de controlar a los insectos nocivos para el agro. Un tema que se ha convertido en una necesidad, dadas las exigencias del mercado principalmente el europeo que cada vez obliga a la reducción del uso de químicos en el combate contra las plagas.