Después de ser asistente de investigación y camarógrafo en el proyecto de su hermana Isabel Behncke, sobre juegos en chimpancés bonobos en el Congo, Ragnar desarrolló el primer instrumento automatizado de levantamiento de datos sobre la atención que prestan los alumnos al profesor, un estudio que realizó para el Centro de Investigación Avanzada en Educación de la Universidad de Chile. Las conclusiones que obtuvo lo llevaron a fundar Socialmap, un sistema que analiza cómo se da la palabra en reuniones ejecutivas a la hora de tomar decisiones, con énfasis en regular la interrupción de hombres hacia mujeres. Esta tecnología fue reconocida por el laboratorio Human Dynamics del MIT, y Wharton Neuroscience Initiative, y se aplica en más de 20 empresas. Luego creó el Laboratorio Lúdico, orientado a la creación y evaluación de juegos que respondan a los desafíos de aprendizaje, que tiene alianza con la Fundación Lego, y se ha implementado en Chile, Sudáfrica, México y Perú.