Pamela Molina

Voluntaria

Elegido en el año 2004

A los 13 años una enfermedad la dejó sorda. Al comienzo -recuerda- lo sintió como una carga, una desventaja frente a las personas que sí podían oír. Pero con los años aprendió a valorar el mundo del silencio y descubrió que en él los otros sentidos adquirían una relevancia que los oyentes ni siquiera imaginan. Pamela comprendió que los sordos necesitaban apoyarse unos a otros para recuperar su autoestima y también para hacer ver al resto de la sociedad que no son personas limitadas, sino con capacidades distintas. Licenciada en Literatura Hispánica de la Universidad de Chile, Pamela se convirtió en presidenta del Club Real de Sordos y desde allí ha participado en el Foro de la Sociedad Civil de Chile y en el Fondo Nacional de la Discapacidad. Ahora acaba de obtener una beca de la Fundación Ford. Ya fue aceptada en tres universidades, donde podría hacer un máster en cultura sorda, uno en discapacidad y desarrollo humano o uno en fundaciones culturales para la educación de personas con discapacidad. Aún debe decidir cuál calza mejor con su sueño, que es trabajar de manera profesional en lo mismo que hace hoy como activista voluntaria.

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