Tres ejemplos en la cancha
Los tres tienen una característica en común: son reservados, de bajo perfil y ejercen su liderazgo entre sus compañeros desde el ejemplo. Formado en la U. Católica, Milovan es uno de los referentes más importantes de su club. Sus compañeros lo describen como un líder conciliador, que trata de calmar a los jugadores en momentos críticos y les entrega confianza. "Cuando se buscan ídolos en la Católica, sin duda que el Milo está ahí", dice Mario Lepe, ex DT del equipo.

Del mismo club proviene Mauricio Isla, quien pese a haber tenido un comienzo difícil, logró desarrollar la capacidad física que hoy todos alaban en la selección chilena y en el Juventus de Italia, su actual equipo. Para Lepe, su gran mérito fue haber sido capaz de superar momentos complicados en su familia. "Siempre ha sido un chico bueno, de buenos sentimientos y muy profesional", dice. Hoy, Isla es un reconocido líder positivo dentro del fútbol. Siempre trata de ayudar a jugadores que buscan probarse en algún equipo, almuerza con ellos y los alienta a alcanzar sus objetivos.
Marco González, más que por su altura - mide 1,90 mt.-, destaca por un carácter poco habitual en el fútbol: es un jugador volcado a la espiritualidad y a la fe cristiana. Julio Pastén, miembro del Sindicato de Futbolistas y pastor evangélico, dice que González ejerce su liderazgo a través de sus acciones. "Su estilo de vida le da la autoridad para poder dar el ejemplo a sus compañeros", dice. Está lejos de las luces de la farándula y tampoco es ostentoso. Tanto en los equipos en que ha estado, como en la selección, sus compañeros suelen acercarse a él en busca de consejos. Hoy está en Flamengo de Brasil.