Es el creador de Pomo, un guante robótico para rehabilitar a pacientes que han sufrido accidentes cerebrovasculares. Se caracteriza por tener un bajo costo, con el objetivo de poder llegar a las personas que se atienden en el sistema público. Para lograr esto usan metodologías de desarrollo ágiles que se basan en crear de la manera más simple y rápida posible, evitando la sobreingeniería. Con este proyecto, este ingeniero en diseño de productos de la Universidad Técnica Federico Santa María de Valparaíso fue el ganador del Falling Walls Lab Chile, por lo que acaba de representar al país en la versión de este concurso de emprendimiento en Berlín, además de adjudicarse un Capital Semilla de Corfo. Los pacientes que sufren un accidente de este tipo suelen quedar con un lado del cuerpo débil o inhabilitado. Para esto Pomo funciona a través de guantes con censores en la mano hábil y, en la mano a rehabilitar con un exoesqueleto suave de bajo perfil, que le permite moverse como si fuera un espejo de la otra mano.