La profesora de los niños ciegos
Aunque en 2010 quedó completamente ciega, nunca pensó en dejar de ejercer como docente. Marina se levanta todos los días a las cinco de la mañana para viajar desde su casa en Puente Alto hasta el lugar donde trabaja: uno de los pocos colegios que entrega asistencia a niños con ceguera total, el José Domingo Cañas, de Quilicura. Marina cuenta que le costó aceptar su discapacidad, pero después la comprendió y la aceptó. Por esa misma razón decidió ayudar a niños que tenían su mismo problema. Su sueño siempre había sido enseñar y por eso estudió Educación Diferencial en la Universidad de Chile. Este año obtuvo el Premio Kevin Silva -otorgado desde 2012 por la Seremi Metropolitana de Educación-, que reconoce a profesores, alumnos y directivos destacados en el ámbito de la inclusión.