Decidió darle un vuelco a su vida. Se cansó de trabajar en un banco y optó por usar su formación de abogada para defender los derechos de las mujeres. Hoy, Marcela está a cargo de una red de 200 abogados voluntarios que atienden a víctimas de violencia intrafamiliar a través de la Fundación Pro Bono, que da asesoría legal gratuita, donde trabaja medio día. Todo empezó hace dos años: preocupada por la situación de las numerosas mujeres abusadas que no podían beneficiarse de la ayuda gratuita de la Corporación de Asistencia Judicial por estar casadas con hombres con buena situación económica, Fajardo partió a Nueva York a investigar como se hacía allá el trabajo Pro Bono en casos de violencia. A su regreso, la Fundación replicó el modelo y hasta ahora 140 mujeres han sido ayudadas con el programa. Fajardo se encarga de hacer el primer contacto con las víctimas y encontrarles el abogado adecuado. También, de que se haga un seguimiento de cada caso. Fajardo es además coautora del libro "Mujer y Derecho" de la Fundación Ford.