Dicen que en Concepción basta levantar una piedra para que nazca una banda de rock. De allá son Los Tres, Emociones Clandestinas y también Los Bunkers. Formado por los hermanos Francisco (21) y Mauricio Durán (26), Álvaro (23) y Gonzalo López (21), y Mauricio Basualto (34), el grupo se fogueó en el circuito universitario penquista. Cuando les quedó chico, decidieron instalarse en Santiago. Lo que vino después tuvo mucho de profecía autocumplida: ellos siempre creyeron en su propuesta, una mezcla impúdica de ritmos heredados de la música británica y de la tradición chilena. Gracias a este estilo ganaron el Apes 2002 al mejor grupo nuevo y ficharon por Sony para su último álbum, Canción de lejos. Ahora, reflexionan: "La marca de Concepción no es tan relevante hasta que uno llega a Santiago. Allá nadie apadrina a nadie. Las cosas suceden por el deseo de hacer, por la urgencia". Fue en Santiago donde Los Bunkers se contactaron con Álvaro Henríquez, otro penquista para quien la música no es un hobby, sino un trabajo. A punto de grabar un nuevo disco, afirman: "Los grupos de Conce son bien cachetones. Desde chicos. Eso puede que nos haga vernos un poco más petulantes que el resto. Desde que empieza, uno cree que está listo para conquistar al mundo".