Su carrera ha sido meteórica. Recién egresado de ingeniería comercial en la Universidad Autónoma de Temuco, Falabella lo contrató como ejecutivo. Al a?o lo ascendieron a jefe de ventas. A los 24 asumió la gerencia de personal y operaciones, lo que implicaba supervisar a empleados más antiguos y mayores que él. "Tuve que trabajar el tema de la autoridad y ganármela. Mi propósito más bien fue explicar que imponer". Dos a?os más tarde asumió la gerencia de Falabella Osorno. Su lema siempre ha sido "perseverar, perseverar y perseverar", y lo ha cumplido, llegando a convertirse en un excelente administrador de recursos humanos, que no teme tomar decisiones ni delegar, y en un ejecutivo de mucho olfato comercial. "Inauguré Puerto Montt a los 28 a?os. Tuve que contratar gente, armar la tienda completa". Probablemente a causa de su juventud, le quitó muchas horas a la familia para dárselas al trabajo. Pero eso es parte del pasado: "Ya no tengo apremios y siento que ahora todo fluye".