Trabaja a diario en una empresa de telecomunicaciones en Santiago, pero el tiempo libre de sus últimos tres años lo ha dedicado a dirigir los talleres musicales y la Orquesta Sinfónica Juvenil Evangélica, el primer conjunto clásico juvenil de esta iglesia. Sin estudios de música, partió implementando cursos de violín y trompeta hasta llegar a formar la orquesta. Con ello logró que buena parte del mundo evangélico pusiera sus ojos en un proyecto cultural. En 2007, la banda participó en el programa oficial del Tedeum Evangélico junto con el Coro Polifónico de la Catedral. Un honor para este hombre, cuyo gran sueño es que los talleres se transformen en un conservatorio popular.