Jacqueline Caniguan
Lingüista
Elegido en el año 2004
Su mamá era una curandera mapuche, jamás fue al colegio y su idioma siempre fue el mapudungún. Pero decidió que su hija tenía que educarse a la manera chilena. Y por eso la envió a estudiar con las monjas a Temuco, lejos de su comunidad lafquenche en Puerto Saavedra. Jacqueline fue la única mapuche de su zona que fue a la universidad el año en que ella se matriculó en Pedagogía en Castellano, en la Universidad de la Frontera. Cuando egresó, hizo clases en una escuela rural y después trabajó para Servicio País. Pero Jacqueline sentía que se había desconectado de su gente. Por eso se integró como dirigente, haciéndose cargo de las demandas de las comunidades lafquenches. Hasta que la Fundación Ford le ofreció una beca, y decidió partir nuevamente. Ahora está en México, estudiando lingística indoamericana. "Para mí el estudio de la lengua tiene que ver con un compromiso con el pueblo de mi mamá y de mi abuela. Ella se emociona, porque soy de las pocas mujeres jóvenes que todavía hablan la lengua", dice. "Yo estoy aquí porque no quiero que mis nietos vean lo mapuche como algo del pasado. Quiero que ellos puedan decir como yo: petu mongelei?. Todavía estamos vivos".