Es el base o armador de los históricos Chicos de Oro, que ganaron por Chile el Sudamericano Sub 17 de Básquetbol el año pasado. Tras su destacada participación en dicho torneo, se enlistó en el equipo juvenil de Estudiantes de Madrid, un club de la capital española que es reconocido como una de las mejores canteras de basquetbolistas en Europa y donde, por su juego, se le ha comparado con el máximo ídolo de la institución Ignacio Azofra. En sus respectivas categorías en Chile, Ignacio formó parte del quinteto ideal de la Liga Saesa en cinco oportunidades, fue nominado al campamento “Basketball Without Borders”, instancia organizada por la NBA y la FIBA que reúne a los mejores basquetbolistas de América, y ha participado en cuatro Sudamericanos y un Premundial. “Yo creo que nuestra generación ha sido un factor para que el baloncesto se esté expandiendo a mucha más gente y eso es muy bueno”, dice Ignacio, quien suele jugar con el apellido de su madre estampado en su espalda.