Es el primer estudiante con discapacidad motora en entrar a la carrera de Licenciatura en Artes mención Danza en la U. de Chile. Tras un cáncer óseo en su adolescencia, duros tratamientos y cerca de 30 cirugías, quedó con secuelas de movilidad física y un brazo disminuido. Eso no fue un impedimento para él. En paralelo a la danza, se ha desempañado
como activista por los derechos de las personas con discapacidad y por la educación inclusiva a través de la danza y de habilitar los espacios escénicos a estas personas. Junto a tres artistas, creó el proyecto Movimiento Expansivo, que reúne a 21 niños, niñas y jóvenes de todo Chile, con alguna discapacidad de tipo motriz que quieran tomar clases de danza. Su objetivo es armar una comunidad creativa, con quienes crear cápsulas de videodanza para compartir sus testimonios.