Es el director ejecutivo del Fondo Comunitario de Bicicletas Migrantes, también conocido como FoCo Migrante, una organización que cofundó hace casi cinco años con el propósito de recuperar bicicletas en desuso, restaurarlas y distribuirlas gratuitamente entre extranjeros, muchos de ellos recién llegados que las requieren para desplazarse a sus lugares de trabajo y abaratar los costos de transporte. Hasta ahora, él y su equipo de cinco personas han entregado más de 300 unidades. Tienen como base el Liceo Cervantes A-18, en el centro de Santiago. La iniciativa también “es una forma de contrarrestar una cultura xenófoba”, dice el antropólogo de la Universidad de Toronto. Entre noviembre y diciembre de 2019 ofrecieron ayuda mecánica gratuita a 70 personas diarias durante tres semanas. La organización, que ha recibido el apoyo de la Youth Action Net y del Instituto de la Juventud, además ha impartido talleres de mecánica y de educación vial a más de 400 personas de todas las edades para estimular el uso de la bicicleta