Está embarcado en dos proyectos bien puntuales. La creación de la música para un cortometraje del artista Rodrigo Cepeda, que se llama La perla del puerto (con recursos Fondart) y que narra la relación de un periodista con una prostituta. Y un proyecto músico-teatral en el que trabaja con su mujer bajo el nombre de Phono. Antoncich vive para la música. No es raro, entonces, que luche por sacar adelante a un grupo de hip-hop de La Ligua, que no tiene recursos y "que no pesca a nadie". O que se pase buena parte del a?o haciendo música para los talleres estables de teatro de Balmaceda 1215 y la Universidad Vi?a del Mar. Pero por encima de todo eso, la virtud que tiene Antoncich es haber profundizado en un área poco difundida: crear música para obras de teatro y cortometrajes de factura local. El a?o pasado, por ejemplo, hizo la música de Manila Cabaret Imaginaire, que participó este a?o en el Festival de Teatro de Montpellier. Hizo lo mismo con Matatangos, de Marco Antonio de la Parra, premio de la crítica en 2002. Y así, con otras ocho obras más. En la Quinta Región es el referente musical para los creadores audiovisuales y desde ese nicho él espera hacer su contribución al desarrollo del teatro y del cine chilenos.