Nació con brazos y piernas incompletos. Sin la ayuda de las prótesis, no mediría más de un metro 20. Pero instalado sobre estas piernas que le regalaron y que cuestan diez millones de pesos, Carlos se empina hasta el metro 80. Desde peque?o se acostumbró a los medios de comunicación: fue ni?o símbolo de la Teletón y condujo un segmento en el programa Mekano. Porfiadamente optimista, la normalidad es un lema para Carlos, y por eso insiste en usar bermudas en verano y cuando no tenía prótesis no se hacía problemas para subir a las micros apoyándose en los muslos, aunque alrededor suyo la gente lo mirara. Se tituló de traductor e intérprete simultáneo inglés-espa?ol, el a?o pasado viajó a Japón becado como líder joven, y ahora es socio junto con su papá de Kaiser y Kaiser Consultores, una empresa que dicta talleres de superación personal, trabajo en equipo y liderazgo. Además coordina los consejos comunales de discapacidad de la Sofofa en la Región Metropolitana. Está recién casado y vive en Algarrobo, una vida que se ha construido con tremendo entusiasmo y convicción, y que hoy inspira a otros.