Camila Rupcich
Ciencias
Elegido en el año 2014
Todo partió con una anécdota. Sentada en el pasto y frustrada por tener los celulares sin batería, Camila Rupcich miró una planta y le preguntó a sus amigas, Carolina Guerrero y Evelyn Aravena: "¿Por qué esta planta no tiene un enchufe para cargar mi celular?". Todas se rieron. Pero después se dieron cuenta de que no era tan loca la idea.
Han pasado cuatro años desde ese día y hoy tiene el dispositivo listo: se llama Ekaia. Es un aparato de 12 centímetros, con un diente de cobre y otro de aluminio, que al enterrarlo junto al tallo de una planta carga cualquier celular. Es un circuito biológico que canaliza la energía natural y permite que artefactos portátiles -principalmente celulares- se carguen sin depender de una red eléctrica. Nadie puede creer que esta innovación haya aparecido por primera vez en Chile y que haya sido creada por mujeres tan jóvenes.
Las tres son estudiantes: Carolina, de Ingeniería Industrial; Camila, de Ingeniería Informática; y Evelyn, de Ingeniería Electrónica. Este año recibieron el premio Avonni en la categoría de Energía y el año pasado ganaron Jump Chile, donde obtuvieron 5 millones de pesos para desarrollar el producto. El dispositivo está listo y ahora terminan los trámites de patente. Pronto debería estar disponible en el mercado para cargar celulares con la energía de una planta.