La escena de los cochayuyos tirados en las playas de la costa chilena, dice Belén, diseñadora UC, fue algo que siempre le llamó la atención y fue el tema que la motivó a desarrollar su proyecto Nün, con la idea de darle un valor agregado a esta materia prima nacional. El proyecto, que en 2020 fue finalista del Premio Avonni, comenzó con harinas, que ya se venden en dos cadenas de supermercados. También crearon pastas, sin gluten y veganas, que atrajeron a mercados en Estados Unidos y Japón, donde vende por Amazon. Además de ser nutritivos, se producen de manera sustentable, ya que desde un comienzo trabajan con comunidades recolectoras de algas. Hoy está asociada con cinco, conformadas cada una por 20 integrantes, de distintas playas de Chile. Belén les ofrece un precio justo, dice, además de postular a fondos en conjunto, lo que les ha permitido a los recolectores mejorar sus maquinarias y métodos de cosecha. “No hemos sabido apreciar el cochayuyo que afuera se vende por montones. La idea nuestra es poder llegar a más personas y que aprendan a valorar el alga”.