Es la creadora de una fundación para combatir el bullying escolar llamada Volando en V, que trabaja en 14 colegios de Chile impactando a cerca de 14 mil alumnos. Un proyecto que ideó después de vivir en carne propia el acoso escolar. Tenía 11 años y dice que le inventaron canciones, la imitaron, la llamaron “muñeca de plástico”, e incluso sus compañeras llegaron con poleras con estampados que la aludían burlescamente. Años después, Andrea quiso hacer algo a partir de esa experiencia.“El programa no solamente genera una red de apoyo para víctimas y agresores inmersos en casos muy duros de maltrato escolar, sino que también inspira liderazgo, compromiso. Tenemos más de 140 líderes en distintos colegios, que me inspira a seguir adelante con la fundación”. El programa consiste en capacitar como monitores a estudiantes de cuarto medio para que ellos, de una manera cercana, eduquen a los alumnos menores a prevenir e identificar casos de abuso.