“¡Dignidad!”, “Chile despertó”, “¿Dónde está la razón?” o “El derecho de vivir en paz” son algunas de las consignas que durante el estallido social de 2019 se reflejaron en emblemáticos edificios, como tribunales de justicia y las torres Entel y Telefónica. Detrás de esas proyecciones estaba Delight Lab, un laboratorio de intervenciones artísticas, a través del video y la luz, creado por Andrea, artista visual de la UC, y su hermano, el diseñador de la Universidad Chile, Octavio Gana. Ambos lo presentaron como su proyecto de título en sus respectivas carreras y en 2009 concretaron la idea. Una de las primeras intervenciones que llamó la atención de la ciudadanía fue la proyección del rostro de Camilo Catrillanca en el Congreso de Valparaíso. “Es arte lumínico. Lo que hacemos es visibilizar, darles luz a los debates políticos, de activismo colectivo. Es salir del uso que se le da al arte, mostrar las culturas originarias,
construir una humanidad mejor”, cuenta Andrea.