Agustin Cañulef

Bailarin

Elegido en el año 2004

Le gustó el ballet desde los ocho años, cuando estudiaba en la Escuela 310 de Quinta Normal y su curso fue invitado a una función en el Teatro Municipal. Desde su asiento en la galería, se prometió: "Algún día estaré allí". A los 16 años, cuando cursaba tercero medio en un liceo industrial, una de sus profesoras le sugirió probar suerte en una audición del Teatro Municipal. Cañulef no sabía nada de ballet clásico. Pero el jurado vio en él un entusiasmo que sobrepasaba cualquier carencia. "Quedas absolutamente. Empiezas mañana", le dijeron. En 1999 fue aceptado como aspirante. Quienes conocen a Agustín destacan su esfuerzo y el talento que lo ha convertido en una de las promesas del ballet chileno. Él está orgulloso de su etnia. Tanto, que viajó a Temuco para hablar con alumnos mapuches y decirles que con trabajo todo se puede. Ya ha tenido ofertas para bailar en el extranjero, en la compañía de Julio Bocca y en Marsella. Agustín siente que es el momento de hacer honor a su apellido, que significa "ave veloz" en mapudungún. Para él, ha llegado el momento de volar.

Otros líderes en 2004