El éxito le llegó rápido. Tanto como su debut cinematográfico en la cinta de Gonzalo Justiniano B-Happy. Con 18 años y sin estudios de actuación, sorprendió a los críticos y al público con su papel de Kathy. Llamó la atención en el Festival de Cine de Toronto y posteriormente fue elegida Mejor Actriz por ese rol, en el Festival de Cine de La Habana. "Ella dio mucho más de lo que había esperado", confesó después el cineasta. Un acierto que capitalizó Andrés Wood al darle un rol crucial en Machuca. Para Wood, su éxito está en la fuerza de su mirada, "tiene un don innato como actriz. Tiene esa mezcla justa de confianza y distancia, y mucha cuerda para el futuro". No hay duda de eso, pues ya suman tres las películas en que pronto la veremos. El realizador argentino Ezequiel Acuña la dirigió en Como un avión estrellado; el cineasta Andrés Waissbluth acaba de ficharla para El hermano de mi mujer, y Cristián Sánchez ya le tiene un papel para su filme Tiempos malos. Pero Manuela dice no creerse el cuento; sigue estudiando Arte en la Católica y hace un año también se incorporó a la Escuela de Teatro de la misma universidad.